FEMINICIDIO Y EL
MONOPOLIO DEL USO LEGÍTIMO DE LA VIOLENCIA
RESUMEN:
Sobre
el feminicidio y el monopolio del uso legítimo de la violencia Por: Jaris Mujica
Los derechos y las leyes existen formalizados por el
estado y se encarnan en los discursos normativos, en él debe ser, en la
prohibición del uso de la violencia, no funcionan totalmente en las practicas,
donde se construyen aquellos márgenes zonas que funcionan bajo una lógica
diferente del poder por ende bajo un
sistema distinto de la distribución de la fuerza y del uso de la violencia:
otros modos de punición castigo reprimenda.
La familia es uno de esos campos. Para muchos, los padres
tienen derecho a golpear a sus hijos, a castigar los violentamente, a
torturarlos con la legitimidad otorgada por ser el padre de familia.
Aun cuando existe la punición legal por el castigo físico
y la tortura de padres a hijos dar como a hijo resulta una frase que ilustra
este ejercicio de la violencia en el seno del hogar, reconocido como un campo
común normal, legitimo.
El fenómeno de la violencia entre las parejas es un tema
que entre las parejas heterosexuales en los espacios urbanos (aunque también y
de manera predominante en los espacios rurales) las formas de la violencia
aparecen en muchos casos como prácticas cotidianas. Es fácil indicar que estos
casos no son pocos y que ocurren habitualmente (habitus) en el seno de las
familias, formando estructuras de relaciones que legitiman dichas formas de
violencia en los imaginarios locales; sustancialmente de los varones a sus
parejas mujeres (amantes, enamoradas, novias, convivientes, esposas).
Por ello expondremos los modos de ejercicio de la
violencia entre parejas para de construir técnicas de violencia y entenderlas
como un modo de comunicarse (Mujica 2006).Partiendo de dicha disposición
teórica, podremos entender la violencia como un lenguaje y preguntar qué es lo
que este indica.
1.
La violencia contra las mujeres como práctica cotidiana:
Estos homicidios y agresiones se producen sustancialmente
en campos locales, en el espacio de la casa. Los agresores tienden a ser los
propios esposos o convivientes; a veces maridos celosos, en otros casos hombres
que golpean “sin razón aparente”, aunque lo que queda claro es que “en su
mayoría (56%) el agresor, sea este esposo o conviviente, comparte el hogar con
su víctima” (rodríguez 2005:4).Queda claro entonces que se trata de un modo de
la violencia que se pone en práctica en el seno de la vida doméstica, dentro de
las relaciones de pareja.
Así, el homicidio y la violencia, “es un lenguaje tan
radical, que su mera enunciación implica el exterminio de uno de los
interlocutores”.
Las modalidades de la violencia frente a las parejas
mujeres se refieren sustancialmente al uso de los golpes, cortes y patadas. Los
homicidios son realizados sobre todo por la exacerbación de los golpes, por
ahorcamiento o usando una daga o cuchillo; aunque en algunos casos se emplean
también armas de fuego.
2.- Los
usos “legítimos” de la violencia:
¿Qué
significa entonces el uso de la violencia entre las parejas?.
Significa un campo de la
práctica de la violencia que es posible de ser ejercido en la vida cotidiana y
donde el estado y sus formas de control y punición no tienen siempre el interés
o posibilidad de intervenir (porque no es una prioridad o porque las personas
no lo denuncian).
Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual.
Sucede entre personas relacionadas efectivamente como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.
La violencia no es solamente el abuso físico, los golpes,
o las heridas. Son aún más terribles la
violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede
ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.
Pero siempre la violencia física, la más evidente, es
precedida por un patrón de abuso
psicológico, que es usado sistemáticamente para degradar a la víctima,
para erosionar y aplastar la auto-estima
de la mujer.
La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad.
Quien ha sufrido violencia física tiene
huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima
que lleva cicatrices en la psiquis o
alma le resulta más difícil obtener compasión y ayuda.
También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad
manipuladora de su esposo que presenta a su
esposa como exagerada en sus quejas.
A la violencia física precede, a veces, años de violencia
psicológica. La violencia psicológica
es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en
que esa mujer maltratada patológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué difícil es convencer a una mujer de que vaya
a pedir auxilio cuando cree que no lo
necesita.
Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y
que hasta se creen merecedoras de los
abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años. Los que
maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo a
un patrón de abuso psicológico.
Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la
maltrata psicológica o sexualmente, lo
primero que hará es negarlo. Negación es
decir: "No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para
golpear a una mujer, ni a nadie. Pero lo
niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho nada, sólo tocarla".
Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento.
3.- Micropolíticas
de la vida cotidiana:
En los campos de la estructura política cotidiana se
muestra también esa disposición del sistema. Los elementos y los campos sobre
los cuales se soportan las denuncias de violencia contra la mujer, mantienen
también un sistema de legitimación del uso de la violencia. La Policía en las
comisarías, los médicos legistas, los espacios judiciales, resultan también
campos en donde este sistema masculino, esta estructura política se ejerce, se
pone en acción en las prácticas de los actores. Si bien no resulta un tema
central en este caso, lo importante es indicar que la estructura de la
intervención o la acción de recepción de denuncias sobre violencia de género y
entre las parejas maneja más o menos el mismo discurso. Es el padre, esposo o
conviviente el que detenta el uso legítimo de la violencia en el espacio
cotidiano, de modo que muy pocas mujeres aceptan denunciar estos casos (por
temor a las represalias, por la normalidad de las prácticas, por
desconocimiento, etcétera). Sin embargo, en las situaciones en las que estos
son denunciados y deben pasar por los campos formales, la propia Policía o el
sistema judicial, en no pocas ocasiones se resisten a dar proceso a las
denuncias. Muchas veces no por falta de pruebas, sino más bien por la
reproducción de una estructura política y un sistema de ejercicio de la
violencia. Así, los propios policías se resisten a llevar a cabo la recepción
de las denuncias, indicando que se trata de un problema que debe ser
solucionado por los propios actores y en donde es el hombre el que tiene la
autoridad o el derecho de ese ejercicio. Lo mismo sucede, aunque de una manera
más compleja en el caso de los ámbitos judiciales, en el que los actores
muestran una disposición activa de las formas de discriminación y resistencia a
la denuncia. En algunos casos por corrupción, en otros casos por prejuicios o
formas de discriminación asentados en los imaginarios, los casos no son
procesados formalmente. Esto permite abonar en la dirección del argumento
central. Es decir, que el ejercicio de la violencia entre las parejas está
dispuesto en cotos sociales, por campos construidos sobre micro-contratos,
sobre una estructura política que cuestiona la determinación del Estado como
una totalidad absoluta. Incluso en el campo policial o judicial, muchos de los
actores que detentan el cargo de autoridad formal, muestran que la estructura
se sobrepone a la existencia de estos sistemas. En otras palabras, que conocen
de un modo u otro la existencia de esa legitimidad del uso de la violencia en
el campo doméstico y que prefieren no intervenir.
Si bien la ley existe como un dispositivo formal que
supuestamente penetra toda la estructura, en la práctica esto no es siempre
así; no se trata de un campo racional total, sino más bien de un campo en el
que los modos de pensar el poder y de conocer el uso legítimo de la violencia
están cruzados. No es solo “complicidad masculina”, “encubrimiento”,
“machismo”, sino también el reconocimiento de este uso legítimo, de esa zona
privada-pública, en la cual los sujetos ejercen la violencia. Se trata de un
reconocimiento de múltiples contratos que no pueden ser rotos por la ley
formalizada del Estado.
La violencia contra la pareja – contra la mujer, en el
seno de la vida cotidiana de las relaciones sociales no está separada de los
otros modos de ejercicio de la violencia de los varones en el hogar. La
política excede al Estado. Aparece también como sistema de gobierno de la
economía, de la casa, del cuerpo. Este gobierno local, esta economía resulta un
campo micropolítico que hay que repensar. Cada golpe, cada corte, cada patada,
cada gota de sangre, es la muestra de la existencia de una tecnología política
de la vida cotidiana, que constituye la evidencia de modos del poder y de la
violencia dentro del Estado; que le muestran sus fronteras interiores, aunque
de la manera más radical.
COMENTARIO
En primer lugar la lectura me pareció muy importe e
interesante pues nos brinda una amplia visión de lo que es la violencia y de la tanta injusticia que se les hace
aciertas mujeres o la mayoría y que
algunas por temor o miedo tienden acallar, asimismo algunos porcentajes y
tipos, pues como menciona en la actualidad este problema se viene desarrollando
con más frecuencia y cada vez son más las mujeres violentadas y acecinadas.
Estos casos de
violencia aparecen como prácticas
cotidianas ya sea con la violencia
psicológica, física o sexual y hasta
incluso la violencia de padres ah hijos. Por otro lado vemos que la ley no función
muy de acorde con estos casos puesto que si una mujer es violenta y pone su
caso en manos de la justicia esta no ejerce su poder como debería por qué no
procesa rápidamente esta denuncia ya que dice que son casos de pareja para mi
parecer es hora de que las autoridades
tomen mano dura y sean consiente de tanto casos que diariamente se están
presentando y hasta incluso llevan a la muerte
es de que deben tomar en serio
una de cloración o qu estén en la obligación de investigar el casos para que
así se logre una constancia de que el maltrato se está dando frecuentemente mas
no dedicar en llenarse los bolsillos de plata fácilmente más bien es hora de
ponerse a trabajar y tratar de mejorar a la sociedad emocionalmente y
económicamente para que así pueda ver una estabilidad bueno entre persona y ya no al abuso del
maltratos.
Glosario:
Contrato tácito:
Es un acuerdo de voluntades que puede darse verbalmente.
Un ejemplo. Si alguien te presta dinero, tú lo aceptas y en el plazo en que
dijiste que ibas a pagar, lo haces.
· Suplicio:
Se puede referir a castigos corporales intensos, dolores
corporales o molestias físicas intensas.
· Punición:
Es un castigo determinado a una o varias personas.
Violación:
Es una violencia de tipo sexual que se produce cuando una
persona tiene acceso sexual hacia otra, mediante el empleo de violencias
físicas o psicológicas o mediante el uso de mecanismos que anulen el
consentimiento de los ofendidos.
· Normativo:
Que sirve de norma o se encarga de fijar las normas.
· Legitimidad:
Carácter o condición de legítimo, todas sus actuaciones
rozaban los límites de la legitimidad.
· Tutela:
Autoridad que se
da por ley a un adulto para cuidar de otra persona que no puede hacerlo por sí
misma, como un niño o un huérfano. Tutoría.
· Discriminación:
· Legislativo:
Se aplica al organismo que tiene la misión o la facultad
de hacer leyes.
· Feudos:
Contrato o relación que se establecía entre un soberano o
gran señor y un noble, por el que el primero cedía al segundo (que se convertía
en su vasallo) tierras o derechos de explotación, y prometía protegerle, a
cambio de la fidelidad del noble y de algunos servicios políticos y militares.
MALTRATO
DEFINICIONES
-
ASAMBLEA GENERAL DE LAS
NACIONES UNIDAS EN 1993, define la violencia contra la mujer como "todo acto de
violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño
físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la
privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en
la privada".
-
JORGE COSÍ, expresa que:"En sus
múltiples manifestaciones, la violencia siempre es una forma de ejercicio del
poder mediante el empleo de la fuerza (ya sea física, psicológica, económica,
política…) e implica la existencia de un ´arriba´ y un ´abajo ´, reales o
simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios: padre-hijo,
hombre-mujer, maestro-alumno, patrón-empleado, joven, viejo, etcétera".
-
GARCÍA (1996), en la que se menciona que el maltrato es
cualquier daño físico o psicológico no accidental a un menor, ocasionado por
sus padres o cuidadores, que ocurre como resultado de acciones físicas,
sexuales o emocionales o de negligencia, omisión o comisión, que amenazan al
desarrollo normal tanto físico como psicológico del niño".
-
DR. ROBERTO DE URIES, La palabra maltrato, está relacionada con
malestar, maltratar, violar, forzar. Se puede decir que siempre implica el uso
de la fuerza, para producir un daño.
-
EDELMA JARAMILLO, refiere que la palabra maltrato significa Mal, es un apócope de malo que viene del
latín "malus" y Trato del verbo tratar, viene del latín
"tractare".
MALTRATO A LA MUJER
-
JOAQUINA NARANJO GÓMEZ, El maltrato contra la mujer es un fenómeno
complejo de la sociedad, conocido desde hace siglos, pero con características
especiales en la etapa actual, puesto que puede envolver a cualquier grupo
socioeconómico en mayor o menor intensidad, y resultan las familias desposeídas
las más afectada
-
LORENTE (1998): Define al maltrato como un
conjunto de lesiones físicas y psíquicas, resultante de las agresiones
repetidas llevadas a cabo por el hombre sobre su cónyuge o mujer a la que
estuviese o haya estado unido por análogas relaciones de afectividad.
CARACTERISTICAS DE LA
MUJER MALTRATADA
-
Autoestima pendular.
-
Interiorización del machismo, de la dependencia del varón y
en general de todas las figuras de autoridad.
-
Miedo.
-
Estrés.
-
Conmoción psíquica aguda.
-
Crisis de ansiedad.
-
Depresión.
-
Desorientación.
-
Incomunicación y aislamiento provocado por el continuo
desamparo social.
-
Sometimiento / Subordinación / Dependencia.
-
Incertidumbre.
-
Dudas e indecisiones.
-
Asume la responsabilidad de los sucesos (culpabilización).
-
Desmotivación, ausencia de esperanzas.
-
Carencia de poder real para solucionar el problema
(Impotencia/Indecisión).
-
Vivencia y transmisión de roles sexistas
-
Generalmente, antecedentes parentales de violencia familiar.
-
Poco o nulo margen en la toma de decisiones de la vida de
pareja y de su propia vida.
-
Baja interiorización de valores sociales y democráticos.
-
Trastornos alimentarios severos. (bulimia/anorexia)
-
Trastornos del sueño.
-
Irritabilidad y reacciones de indignación fuera de contexto.
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