miércoles, 18 de septiembre de 2013

FEMINICIDIO Y EL MONOPOLIO DEL USO LEGÍTIMO DE LA VIOLENCIA



FEMINICIDIO Y EL MONOPOLIO DEL USO LEGÍTIMO DE LA VIOLENCIA






 RESUMEN:

Sobre el feminicidio y el monopolio del uso legítimo de la violencia Por: Jaris Mujica 


Los derechos y las leyes existen formalizados por el estado y se encarnan en los discursos normativos, en él debe ser, en la prohibición del uso de la violencia, no funcionan totalmente en las practicas, donde se construyen aquellos márgenes zonas que funcionan bajo una lógica diferente  del poder por ende bajo un sistema distinto de la distribución de la fuerza y del uso de la violencia: otros modos de punición castigo reprimenda.

La familia es uno de esos campos. Para muchos, los padres tienen derecho a golpear a sus hijos, a castigar los violentamente, a torturarlos con la legitimidad otorgada por ser el padre de familia.

Aun cuando existe la punición legal por el castigo físico y la tortura de padres a hijos dar como a hijo resulta una frase que ilustra este ejercicio de la violencia en el seno del hogar, reconocido como un campo común normal, legitimo.
El fenómeno de la violencia entre las parejas es un tema que entre las parejas heterosexuales en los espacios urbanos (aunque también y de manera predominante en los espacios rurales) las formas de la violencia aparecen en muchos casos como prácticas cotidianas. Es fácil indicar que estos casos no son pocos y que ocurren habitualmente (habitus) en el seno de las familias, formando estructuras de relaciones que legitiman dichas formas de violencia en los imaginarios locales; sustancialmente de los varones a sus parejas mujeres (amantes, enamoradas, novias, convivientes, esposas).
Por ello expondremos los modos de ejercicio de la violencia entre parejas para de construir técnicas de violencia y entenderlas como un modo de comunicarse (Mujica 2006).Partiendo de dicha disposición teórica, podremos entender la violencia como un lenguaje y preguntar qué es lo que este indica.

 1.    La violencia contra las mujeres como práctica cotidiana:

Estos homicidios y agresiones se producen sustancialmente en campos locales, en el espacio de la casa. Los agresores tienden a ser los propios esposos o convivientes; a veces maridos celosos, en otros casos hombres que golpean “sin razón aparente”, aunque lo que queda claro es que “en su mayoría (56%) el agresor, sea este esposo o conviviente, comparte el hogar con su víctima” (rodríguez 2005:4).Queda claro entonces que se trata de un modo de la violencia que se pone en práctica en el seno de la vida doméstica, dentro de las relaciones de pareja.
Así, el homicidio y la violencia, “es un lenguaje tan radical, que su mera enunciación implica el exterminio de uno de los interlocutores”.
Las modalidades de la violencia frente a las parejas mujeres se refieren sustancialmente al uso de los golpes, cortes y patadas. Los homicidios son realizados sobre todo por la exacerbación de los golpes, por ahorcamiento o usando una daga o cuchillo; aunque en algunos casos se emplean también armas de fuego.


2.- Los usos “legítimos” de la violencia:     

¿Qué significa entonces el uso de la violencia entre las parejas?.



Significa un campo de la práctica de la violencia que es posible de ser ejercido en la vida cotidiana y donde el estado y sus formas de control y punición no tienen siempre el interés o posibilidad de intervenir (porque no es una prioridad o porque las personas no lo denuncian).

Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas  relacionadas efectivamente  como son marido y mujer o adultos contra los menores que  viven en un mismo hogar.
La violencia no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son  aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la  violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad  emocional o espiritual de una persona.

Pero siempre la violencia física, la más evidente, es precedida por un patrón de abuso  psicológico, que es usado sistemáticamente para degradar a la víctima, para erosionar y  aplastar la auto-estima de la mujer.
La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física  tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que  lleva cicatrices en la psiquis o alma le resulta más difícil obtener compasión y ayuda.
También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad manipuladora de su esposo que presenta a su  esposa como exagerada en sus quejas.
A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia  psicológica es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en que  esa mujer maltratada patológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué  difícil es convencer a una mujer de que vaya a pedir auxilio cuando cree que no lo  necesita.

Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen  merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación  puede prolongarse durante años. Los que maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo a  un patrón de abuso psicológico.  Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata psicológica o  sexualmente, lo primero que hará es negarlo.  Negación es decir: "No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para golpear  a una mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho nada,  sólo tocarla".
Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento.

3.- Micropolíticas de la vida cotidiana:

En los campos de la estructura política cotidiana se muestra también esa disposición del sistema. Los elementos y los campos sobre los cuales se soportan las denuncias de violencia contra la mujer, mantienen también un sistema de legitimación del uso de la violencia. La Policía en las comisarías, los médicos legistas, los espacios judiciales, resultan también campos en donde este sistema masculino, esta estructura política se ejerce, se pone en acción en las prácticas de los actores. Si bien no resulta un tema central en este caso, lo importante es indicar que la estructura de la intervención o la acción de recepción de denuncias sobre violencia de género y entre las parejas maneja más o menos el mismo discurso. Es el padre, esposo o conviviente el que detenta el uso legítimo de la violencia en el espacio cotidiano, de modo que muy pocas mujeres aceptan denunciar estos casos (por temor a las represalias, por la normalidad de las prácticas, por desconocimiento, etcétera). Sin embargo, en las situaciones en las que estos son denunciados y deben pasar por los campos formales, la propia Policía o el sistema judicial, en no pocas ocasiones se resisten a dar proceso a las denuncias. Muchas veces no por falta de pruebas, sino más bien por la reproducción de una estructura política y un sistema de ejercicio de la violencia. Así, los propios policías se resisten a llevar a cabo la recepción de las denuncias, indicando que se trata de un problema que debe ser solucionado por los propios actores y en donde es el hombre el que tiene la autoridad o el derecho de ese ejercicio. Lo mismo sucede, aunque de una manera más compleja en el caso de los ámbitos judiciales, en el que los actores muestran una disposición activa de las formas de discriminación y resistencia a la denuncia. En algunos casos por corrupción, en otros casos por prejuicios o formas de discriminación asentados en los imaginarios, los casos no son procesados formalmente. Esto permite abonar en la dirección del argumento central. Es decir, que el ejercicio de la violencia entre las parejas está dispuesto en cotos sociales, por campos construidos sobre micro-contratos, sobre una estructura política que cuestiona la determinación del Estado como una totalidad absoluta. Incluso en el campo policial o judicial, muchos de los actores que detentan el cargo de autoridad formal, muestran que la estructura se sobrepone a la existencia de estos sistemas. En otras palabras, que conocen de un modo u otro la existencia de esa legitimidad del uso de la violencia en el campo doméstico y que prefieren no intervenir.

Si bien la ley existe como un dispositivo formal que supuestamente penetra toda la estructura, en la práctica esto no es siempre así; no se trata de un campo racional total, sino más bien de un campo en el que los modos de pensar el poder y de conocer el uso legítimo de la violencia están cruzados. No es solo “complicidad masculina”, “encubrimiento”, “machismo”, sino también el reconocimiento de este uso legítimo, de esa zona privada-pública, en la cual los sujetos ejercen la violencia. Se trata de un reconocimiento de múltiples contratos que no pueden ser rotos por la ley formalizada del Estado.

La violencia contra la pareja – contra la mujer, en el seno de la vida cotidiana de las relaciones sociales no está separada de los otros modos de ejercicio de la violencia de los varones en el hogar. La política excede al Estado. Aparece también como sistema de gobierno de la economía, de la casa, del cuerpo. Este gobierno local, esta economía resulta un campo micropolítico que hay que repensar. Cada golpe, cada corte, cada patada, cada gota de sangre, es la muestra de la existencia de una tecnología política de la vida cotidiana, que constituye la evidencia de modos del poder y de la violencia dentro del Estado; que le muestran sus fronteras interiores, aunque de la manera más radical.

  COMENTARIO

En primer lugar la lectura me pareció muy importe e interesante pues nos brinda una amplia visión de lo que es la violencia  y de la tanta injusticia que se les hace aciertas mujeres o la mayoría  y que algunas por temor o miedo tienden acallar, asimismo algunos porcentajes y tipos, pues como menciona en la actualidad este problema se viene desarrollando con más frecuencia y cada vez son más las mujeres violentadas y acecinadas.
 Estos casos de violencia  aparecen como prácticas cotidianas ya sea  con la violencia psicológica, física o sexual  y hasta incluso la violencia de padres ah hijos. Por otro lado vemos que la ley no función muy de acorde con estos casos puesto que si una mujer es violenta y pone su caso en manos de la justicia esta no ejerce su poder como debería por qué no procesa rápidamente esta denuncia ya que dice que son casos de pareja para mi parecer  es hora de que las autoridades tomen mano dura y sean consiente de tanto casos que diariamente se están presentando y hasta incluso llevan a la muerte  es  de que deben tomar en serio una de cloración o qu estén en la obligación de investigar el casos para que así se logre una constancia de que el maltrato se está dando frecuentemente mas no dedicar en llenarse los bolsillos de plata fácilmente más bien es hora de ponerse a trabajar y tratar de mejorar a la sociedad emocionalmente y económicamente   para que así pueda ver una estabilidad  bueno entre persona y ya no al abuso del maltratos.



  
Glosario:

   Contrato tácito:

Es un acuerdo de voluntades que puede darse verbalmente. Un ejemplo. Si alguien te presta dinero, tú lo aceptas y en el plazo en que dijiste que ibas a pagar, lo haces.

·         Suplicio:

Se puede referir a castigos corporales intensos, dolores corporales o molestias físicas intensas.

·         Punición:

Es un castigo determinado a una o varias personas.

Violación:

Es una violencia de tipo sexual que se produce cuando una persona tiene acceso sexual hacia otra, mediante el empleo de violencias físicas o psicológicas o mediante el uso de mecanismos que anulen el consentimiento de los ofendidos.

·         Normativo:

Que sirve de norma o se encarga de fijar las normas.

·         Legitimidad:

Carácter o condición de legítimo, todas sus actuaciones rozaban los límites de la legitimidad.

·         Tutela:

 Autoridad que se da por ley a un adulto para cuidar de otra persona que no puede hacerlo por sí misma, como un niño o un huérfano. Tutoría.

·         Discriminación: 

La discriminación es un acto de separación de una persona o un grupo de personas a partir de criterios determinados. Creerse superior a otra persona y así, maltratarla física y/o mentalmente causando efectos negativos en la otra persona.

·          Legislativo:

Se aplica al organismo que tiene la misión o la facultad de hacer leyes.

·         Feudos:

Contrato o relación que se establecía entre un soberano o gran señor y un noble, por el que el primero cedía al segundo (que se convertía en su vasallo) tierras o derechos de explotación, y prometía protegerle, a cambio de la fidelidad del noble y de algunos servicios políticos y militares.


MALTRATO

 DEFINICIONES

-         ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS EN 1993, define la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada".

-         JORGE COSÍ, expresa que:"En sus múltiples manifestaciones, la violencia siempre es una forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza (ya sea física, psicológica, económica, política…) e implica la existencia de un ´arriba´ y un ´abajo ´, reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios: padre-hijo, hombre-mujer, maestro-alumno, patrón-empleado, joven, viejo, etcétera".


-         GARCÍA (1996),  en la que se menciona que el maltrato es cualquier daño físico o psicológico no accidental a un menor, ocasionado por sus padres o cuidadores, que ocurre como resultado de acciones físicas, sexuales o emocionales o de negligencia, omisión o comisión, que amenazan al desarrollo normal tanto físico como psicológico del niño".

-         DR. ROBERTO DE URIES,  La palabra maltrato, está relacionada con malestar, maltratar, violar, forzar. Se puede decir que siempre implica el uso de la fuerza, para producir un daño.


-         EDELMA JARAMILLO,  refiere que la palabra maltrato significa  Mal, es un apócope de malo que viene del latín "malus" y Trato del verbo tratar, viene del latín "tractare".


 MALTRATO A LA MUJER

-         JOAQUINA NARANJO GÓMEZ,  El maltrato contra la mujer es un fenómeno complejo de la sociedad, conocido desde hace siglos, pero con características especiales en la etapa actual, puesto que puede envolver a cualquier grupo socioeconómico en mayor o menor intensidad, y resultan las familias desposeídas las más afectada

-         LORENTE (1998): Define al maltrato como un conjunto de lesiones físicas y psíquicas, resultante de las agresiones repetidas llevadas a cabo por el hombre sobre su cónyuge o mujer a la que estuviese o haya estado unido por análogas relaciones de afectividad.

         CARACTERISTICAS DE LA MUJER MALTRATADA

-         Autoestima pendular.
-         Interiorización del machismo, de la dependencia del varón y en general de todas las figuras de autoridad.
-         Miedo.
-         Estrés.
-         Conmoción psíquica aguda.
-         Crisis de ansiedad.
-         Depresión.
-         Desorientación.
-         Incomunicación y aislamiento provocado por el continuo desamparo social.
-         Sometimiento / Subordinación / Dependencia.
-         Incertidumbre.
-         Dudas e indecisiones.
-         Asume la responsabilidad de los sucesos (culpabilización).
-         Desmotivación, ausencia de esperanzas.
-         Carencia de poder real para solucionar el problema (Impotencia/Indecisión).
-         Vivencia y transmisión de roles sexistas
-         Generalmente, antecedentes parentales de violencia familiar.
-         Poco o nulo margen en la toma de decisiones de la vida de pareja y de su propia vida.
-         Baja interiorización de valores sociales y democráticos.
-         Trastornos alimentarios severos. (bulimia/anorexia)
-         Trastornos del sueño.
-         Irritabilidad y reacciones de indignación fuera de contexto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario